Uno de los usos más frecuentes de estas semillas es en repostería: quedan perfectas para decorar postres, tartas y bizcohos, además de potenciar el sabor. También son muy utilizadas en la elaboración de panes caseros, como aderezo en ensaladas, en pastas, sopas, batidos, smoothies, como toppings en yogures o como infusión. Otra opción es utilizar las semillas en el relleno de algún guiso de carne, tomarlas junto a una macedonia de frutas, por ejemplo, o añadirlas a un vaso de leche.
Buenas para nuestro sistema cardiovascular
Su aporte de ácidos grasos poliinsaturados nos protege de enfermedades cardiovasculares. Su composición reduce los niveles de triglicéridos, y colesterol malo (LDL) en sangre. Los omega-9 favorecen el aumento del colesterol bueno (HDL). Los omega-6 mantienen la salud arterial favoreciendo el control de la tensión arterial. Por todo ello, las semillas de amapola cuidan nuestro corazón.
Regulan el tránsito intestinal
Al ser ricas en fibra, el consumo de semillas de amapola ayudan a evitar el estreñimiento y regular el tránsito intestinal.